viernes, 28 de marzo de 2014

Librerias de viejo

Cualquier amante de los libros considera las librerías de viejo como pequeños paraísos.
Las tiendas de libros nuevos tienen un orden excesivo. Y esa clase de orden vuelve las cosas predecibles. Se pierde la sensación de exploración. En las librerías de viejo uno siente con mayor intensidad la posibilidad de un hallazgo.

En los libros encontramos varias personas. En primer lugar, encontramos al autor. Si se trata de una obra traducida, existe un traductor. También esta el editor. Ahora, en los libros usados podemos encontrar a alguien más: el anterior dueño del libro. Una mancha de café. Un papel olvidado entre las paginas. Una palabra subrayada. Una dedicatoria.

Las librerías de viejo pueden despertar recuerdos en nosotros, como cuando nos encontramos con una edición de un libro que leímos en nuestra infancia.
Yo creo que ademas las librerías de viejo tienen la capacidad de recordarnos que las cosas envejecen. Pueden recordarnos que todo es efímero.
En las librerías de viejo uno es tratado mas como un lector que como un cliente.
Nunca vi en una tienda de libros nuevos un gato echado sobre los libros.

Mi sueño es una librería de viejo gigante, con grandes espacios y muchos pasillos. Y cuadros y sillones para leer. Se que viviría allí dentro. Que podría pasarme días enteros. Seria de esos clientes a los  que debe repetirsele que ya es la hora de cierre. Por cierto, no me molestaría nada que cerraran conmigo allí dentro. No necesitaría dormir para soñar.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Nubes!

Mirar las nubes. ¿Quien no recordara como se entretenía uno de niño encontrando parecidos en las formas de las nubes? Por alguna razón, esto es algo que se va perdiendo mientras uno va creciendo. Se deja de mirar un poco al cielo. Hace tiempo ya que me propuse volver a mirar al cielo y ponerme apreciar las nubes. Tanto que ya es algo natural en mí. Y veo toda clase de cosas en ellas.  ¿Sera que las nubes a veces tienen la capacidad de transmitirnos un mensaje? No lo se; solo se que me divierto mucho con sus formas, tanto que decidí anotar en un cuaderno algunas de esas cosas, para formar una especie de catalogo extraño de cosas o fragmentos de cosas mas bien, porque en las nubes vemos muchas cosas incompletas. Y a veces vos ves algo y alguien ve en la misma nube algo distinto. Lo mejor es cuando la forma es tan clara que ambos pueden apreciarla.

Pequeña lista de algunas de esas cosas que vi:

- Fósiles de dinosaurio.
- Bocas de bestias desconocidas y hambrientas.
- La cola de una sirena.
- Un perro sentado.
- Montañas.
- La letra C.
- Un corazón.