miércoles, 27 de noviembre de 2013

Pequeño dibujante

Cuando era niño dibujaba mucho.
Tenia una tira que se llamaba Rulo y pecas. Eran dos chicos que
iban al colegio y todo lo demás. Era una mezcla de Gaturro y las tiras de
la revista Genios. Por ese tiempo yo leía muchas tiras cómicas.
Era adicto a ellas. Como no tenia dinero para comprarlas, iba a una librería
para leerlas. Llego un momento en que los vendedores me miraban con fastidio.
Los únicos lectores de Rulo y Pecas fueron mis hermanos. Un día sentí que toda
mi obra era basura así que ahí fue a parar: a la basura. Hoy me arrepiento
un poco. Me gustaría verlas, leerlas. Recuerdo algunas. No eran tan
malas. Supongo que necesitaba a alguien que me dijera que no estaban mal.
Cuando haces algo, escribir, dibujar, música, lo que sea, necesitas la opinión
de alguien. Necesitas que alguien te preste atención y te de ánimos para
seguir adelante. Mis hermanos leían mis tiras porque estaban aburridos y no
tenían mejor cosa que hacer.
Aparte de Rulo y Pecas hacia cuadritos de humor, como los de Quino o Caloi.
Pibe Cerdo fue otra de mis creaciones. Inspirado en Cazador, Pibe Cerdo
era baboso, tenia un mal vocabulario y era un poco asqueroso. Decía toda
clase de  tonterias. En Rulo y Pecas me esmeraba con el dibujo y el color.
Las paginas de Pibe Cerdo era prácticamente puro texto. Habia un pequeño retrato
hecho así nomas de Pibe Cerdo y luego texto, texto, texto. Eran cuadraditos. Cada
uno contenía cosas distintas. Uno podía ser una lista de cosas molestas, otro una frase ingeniosa, definiciones de palabras (no la clase de definición que encontrarías en un diccionario común y corriente) y cosas que no recuerdo. Todas esas cosas acabaron en el cubo de la basura también. Lo único que guardo de aquellos días son mi plagio de Dragon Ball. Era algo que había empezado mi hermano y luego había decidido continuar yo. Para los dibujos de pelea copiaba las imágenes de las figuritas de aquella época y las combinaba. El resultado no era tan malo.
Ahora no dibujo nunca. Me pregunto que paso con esa necesidad que parecía tener de querer dibujar.
Tal vez vuelva algún día, quien sabe. Igual, me quedo mil veces con escribir.

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